Las personas que padecen de un trastorno de alimentación están constantemente dominadas por pensamientos que giran alrededor de la comida, la alimentación, el deporte y otras medidas para la reducción de peso. Se sienten obesos. Por lo tanto hacen todo lo posible para controlar su peso y su figura.

El grupo más afectado es el de las mujeres jóvenes y adolescentes y últimamente también los hombres jóvenes y adolescentes.

El trastorno de alimentación puede afectar a cualquiera. Las razones son múltiples. El denominador común es un profundo temor a la obesidad o a engordar. Su vida entera gira alrededor de esa idea.

Las personas afectadas sienten vergüenza y pudor y por ello raras veces hacen partícipes de su sufrimiento a sus más allegados.
No encuentran una salida al aislamiento causado por ocultar su condición y el temor que sienten. A menudo el trastorno de alimentación los lleva a caer en una depresión.

Cierto es, que la terapia para solucionar un trastorno de alimentación requiere su tiempo pero se puede lograr y eso es lo fundamental.

Lo decisivo es dar el primer paso.
Nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta

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