Depresión en la vejez

„Envejecer es como escalar una gran montaña.
Mientras se sube las fuerzas disminuyen, pero la
mirada es más libre, la vista más amplia y serena.“
Ingmar Bergman (1918 – 2007)

La llamada depresión de vejez basicamente no se diferencia de la depresión.
De hecho, se diferencia solamente en su sintomatología relacionada con la edad. Mientras que las personas más jóvenes son capaces y desean describir su estado anímico, las personas mayores tienen dificultades de relatar su situación. Apenas son capaces de hablar de sus penas y les resulta mas fácil quejarse de dolores o de su malestar físico.
Hay que tener en cuenta que cuando se trata la depresión de vejez debemos prestar más atención a los síntomas tipicos y espcíficos de la tercera edad.

Las personas que padecen una depresión por lo general tienen una perspectiva pesimista, negativa y se sienten amenazadas.

Mientras los pensamientos de personas más jóvenes giran en torno al trabajo y a la vida cotidiana, el paciente mayor se centra en su propia salud y las enfermedades que le parecen omnipresentes y hacen que se sienta agobiado y desanimado.
Comienza a abrigar dudas, pierde la esperanza, se siente culpable y por momentos incluso le invaden fantasias de suicidio.

La persona afectada se cierne en preocupaciones, su malestar físico, sus dolores de diversa índole, la falta de sueño o problemas de digestión. A eso se suma, como ya comentamos, la incapacidad de reconocer una enfermedad psíquica como tal.

La depresión de vejez ha de tomarse en serio y no debe ser vista como un simple malestar debido al envejecimiento.
La depresión requiere ser tratada, independientemente de la edad del paciente.

A menudo hay pacientes que después de un infarto de miocardio o un ictus padecen de depresión. En ese caso es imperativo realizar una psicoterapia para facilitar la convalecencia de la enfermedad principal.

El objetivo principal de una psicoterapia para tratar la depresión de vejez consiste en facilitarle al paciente participar en la vida cotidiana, y devolverle la posibilidad de sentir alegría de vivir, permitiendo que comience a aceptar su vida y su situación actual y sea capaz de organizar su día a día de manera activa y recobre la confianza.

Siempre resulta útil realizar una psicoterapia incluso en la tercera edad.
En el consultorio de psicoterapia Marianne Rappenglück se trabaja de manera muy individual y ciñéndose a las necesidades personales de cada cliente. Es posible ajustar la duración de las sesiones adaptándose a la energía del cliente.
También se realizan visitas a domicilio para clientes con movilidad restringida.

Algunas frases que podrían apuntar a una depresión de vejez, consejos para familiares y cuidadores de personas mayores:

„No quiero más.“

„Ya no puedo más“

„No tiene sentido seguir luchando.“

„Tal como estoy no vale la pena seguir viviendo.“

u otras

La psicoterapia muy a menudo fomenta la actividad y una vida social más rica, permite recobrar la esperanza, la alegría y la calidad de la vida del cliente.

Hay que tomar en serio las señales de una depresión.

Independientemente de si Usted es familiar o persona afectada no dude en contactarme para concertar una primera cita de orientación en mi consultorio.

Marianne Rappenglück
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